
Como colectivo de circo contemporáneo, nuestra propuesta se basa en dos premisas:
➔ La importancia del arte vivo: Queremos volver a vincular el público con la obra en vivo, vincular al público con los artistas, y vincular al público entre sí. Decidimos optar por una propuesta de arte callejero para participar de una reapropiación cultural y artística del espacio público. Sin embargo, también es una propuesta que se puede invitar a un escenario teatral, manteniendo ese código más directo que tiene la calle.
➔ La labor reflexiva del arte: Creemos en que el arte nos puede ayudar a mirarnos como país, como continente, o simplemente como seres humanos. Desde el escenario podemos imaginar cómo sería (o será) una sociedad que haya logrado sanar muchas de las heridas que hoy nos lastiman. Nos preguntamos, ahora que nos encontramos “celebrando” el Bicentenario de nuestro país (Perú), ¿podemos realmente sentirnos orgullosos del país que somos? ¿de la sociedad que estamos construyendo?
Sin embargo, buscamos que la reflexión y autocrítica no impidan celebrarnos. Sobreponernos a la pandemia, a la crisis, con fuerza y resiliencia, es algo que queremos rescatar y celebrar.
Nuestr obra, “2121” es una obra que llama la atención por su tono lúdico y autocrítico. Sorprende a través de impresionantes técnicas de circo -trapecios, acrobacias aéreas, peligrosos equilibrios, malabares y manipulación de objetos diversos, que se realizan sobre una estructura, -diseñada especialmente para el proyecto y que se impone cual personaje central-.
Esta estructura, autoportante, que llegará a medir 5 metros y medio de alto al final y que se va armando desde abajo, pieza por pieza, como un rompecabezas, gracias incluso a la ayuda del público, se vuelve la metáfora del país que intentamos o soñamos construir.
