
Con un festival descentralizado temporalmente y a partir de una programación que tiene al circo como lenguaje base, LEME perfila un proyecto más amplio que pretende dejar lastre mucho más allá de los cuatro días de festival. El festival opera en seis dominios distintos que cruzan su visión de la programación y amplían su espectro de acción al contexto del desarrollo de la audiencia. Ideas como internacionalización, novedad (estrenos nacionales), captación de público familiar, promoción de encuentros para públicos especializados y descubrimiento de nuevos territorios son conceptos que describen el hilo conductor del proyecto que pretende crear referentes y conquistar nuevos públicos. Además, pretende involucrar a nuevos contextos, ampliar el contacto artístico a nuevos lenguajes, transformar la visión de la comunidad sobre el circo, ir más allá de la imagen clásica y transportar a la audiencia a nuevas realidades o nuevos contextos, crear oportunidades para que las nuevas generaciones se contacten, experimenten y observar distintas visiones artísticas internacionales y disruptivas.
